El Canon Social
El Canon Social
¿Sabías que más de la mitad de las
violaciones nunca son llevadas ante la ley? ¿Sabes que los abusos sexuales a
menores se consideran los crimines perfectos, más se desconocen la cantidad de
martirizados y peor aún los abusos provienen de miembros del núcleo familiar en
la mayoría de las ocasiones? ¿Conoces que por cada niño abusado existe un
adulto traumatizado, que desconfía hasta de su propia sombra y que aún en la
vejes vivirá dentro de una pesadilla social por ser diferente a todos los que
le rodean? ¿Sabías tú, que en muchos casos terminan siendo lo que muchos llaman
escoria de la sociedad, usuarios de drogas, personas violentas y varios de estos
adultos, terminan siendo violadores de niños de igual forma, como un virus que
se multiplica de forma incesante? Los números producen más de una pesadilla, si
cada violador o abusador, tiene diez víctimas y de cada uno de estos grupos, cinco
terminan siendo pedófilos, perpetuando la cadena, nunca terminaremos con la
suma que en realidad es la resta asquerosa de la humanidad.
Ah pero aun así,
después que nuestra infancia ha sido destrozada, los adultos han abusado de los
niños como le ha parecido, debemos crecer y ser entes de bien. Porque si no
terminaremos en el infierno por ser personas malas. El hombre y la mujer deben
seguir una imagen pre-impuesta para ser considerados buenas personas, a esto se
le conoce como el Canon Social. No
debemos olvidar las palabras de Hostos, “cada ser nace con gran capacidad para
hacer el bien y hacer el mal, es la sociedad quien lo corrompe”, lo ensucia, lo
daña y lo peor de todo es que en muchos de los casos lo hace durante la
infancia. Sin embargo, esa misma sociedad que no hizo nada por rescatar a ese
niño o niña del infierno, lo critica, lo obstruye y le destruye.
Gandhi dijo; “La no colaboración con el mal es un deber tan importante como la
colaboración con el bien”. Al callar, al negarnos a ver la realidad en la
mirada de quien nos necesita, es tan cruel como destrozar el amor propio y
existencia de aquel que es diferente, por el simple hecho de sentirnos
superiores. El mundo no ha cambiado gran cosa, ahora somos testigos de los
actos atroces de los que es capaz el ser humano con mayor facilidad. Antes
podía ser una pesadilla lejana, hoy somos cómplices de la realidad y verdugos
del adulto. Juzgamos, señalamos, más aún… destrozamos con nuestras palabras y
acciones lo que puede ser diferente ya que nos asusta, nos confunde y esa
realidad nos señala como culpables.
Pero hoy hay que hacer un alto… Un hombre
o una mujer que toma lo que desea viendo en un ser humano solo un cuerpo a
través de violaciones violentas, amenazas o drogas en bebidas, es un criminal.
Un adulto que toma de un niño o una niña la inocencia es el verdugo que condena
a ese ser humano a la infelicidad. Pero peor aún, todos aquellos que juzgamos,
señalamos, nos burlamos de lo que se nos es desemejante, cada uno de nosotros
se convierte en un DEMONIO que atormenta el alma humana encadenada por los
actos de otros.
¿Por qué temerle al infierno? Somos
nosotros los demonios que castigan el alma humana, una y otra vez, con nuestras
burlas, crueldad e indiferencia. No hay ser humano que no tema a la muerte, por
lo hecho y que se pueda juzgar como pecado. Pero hoy digo… el infierno es un
dechado de virtudes, porque allí no existe la hipocresía y lo prefiero mil
veces a esta sociedad mía. Cada demonio que nos reciba será cruel pero sincero,
tendrá la misión de atormentarnos por ser el castigo a nuestros actos. Decidme
la razón por la cual he de temerle a un ser que me destruirá cien mil veces
multiplicado por π, en vías de hacerme entender la crueldad que anidó en mi
ser. Vamos a ser sinceros, no hay perdón cuando con mis palabras y actos
destroce, lo que muchos juzgan por Dios haber sido creado.
Mi murmullo es para ti que eres diferente,
a ti que fuiste víctima y hoy lo sigues siendo del Canon Social, te recomiendo que mires tus faltas y veas la realidad
de ellas, tus heridas son medallas de sobrevivencia, tus lagrimas son perlas de
sabiduría. Lo más importante es que no eres culpable del resultado, acepta el
mismo y sé puro, feliz recordando que son tus actos los que definirán tu ser,
más aún si mientras observas ayudas, bendecido seas tú y tus pasos en tu
existir.
Si por otra parte
conociendo las sombras que habitan el alma humana, callas, críticas y juzgas
después de lo vivido, malditos sean tus pasos y que tu boca sea nido de gusanos
donde todos puedan observar la pestilencia donde se esconde el DEMONIO que se
viste de humano.
Cristyal Crast
Diciembre 2015
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