Realidad vs. Fantasía

Te veo ante mí, delicioso, dispuesto, mostrándome tú verdadero ser tus ojos se calan en los míos, mientras exploro regiones por nadie antes exploradas. Eres tan mío como el aire que respiro, en este instante estas entregado al placer que te brindo, con caricias escondidas entre suaves, traviesas y entre pliegues escondidas. Quién podría decir que una noche de juego y pachanga podría entregar a tal presa a mi jaula. Nunca lo hubieras imaginado teniéndome siempre a tu lado, que en un desliz te pudieras entregar manso a mi forma de amar. Pero lo que te sorprenderá mañana al despertar, es que es una mujer quien te abraza y no el hombre que llevaste a tu casa.  

Para leer Súcubos Mis personajes Nacen de aquello que menos espero, a veces es un olor o una mirada, quizás una sonrisa de medio lado dedicada a la mujer despampanante que coquetea como dueña del mundo y que provoca nuestras envidias. Una canción unas palabras dichas en voz bajas o leídas de otras manos. Al igual esas fotos o dibujos que nos encontramos por buscar o por accidente en la red y que dibujantes expertos saben tan bien crear. De esta manera chocamos con esos personajes efímeros de nuestra imaginación y que se apoderan de nuestras ganas de escribir. Tengo un amigo que dibuja me dejo a una mujer incitante y cargada de pasión para que yo creara alguien, primero pensé que fuese mi personaje principal pero luego salió ser que era la madre de este personaje que me embrujo hasta que solté de golpe su historia.   Cada uno de ellos es tan especial a su manera como el otro o el anterior, pero realmente debo agradecer a aquellos que encienden una chispa para crearlos en forma ...

        En estos momentos mi cuerpo se está calentando mientras piensa en tus caricias, mis pechos se hinchan y se enfrentan a la prisión en la que se ha convertido el sostén. Mi mente se pasea como lengua caliente por tu cuerpo deseando acariciar cada uno de esos rincones oscuros que escondes al mundo con tu ropa. Ahora eres mío más hoy que ayer, pero estoy en plan de guerra y combate, para tenerte a mi merced.  Con mis piernas atrapando tu cintura y mis caderas recibiendo con orgullo tu envite, siendo dueña y señora de tus gemidos, sudor y placer… llama esta noche fría mi nombre, porqué entre sombras volveré a aparecer.  Imagen recuperada de:  http://www.informecorrientes.com/vernota.asp?id_noticia=19200