Capítulo 7
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NOTA: Esta
novela ha sido publicada, las ilustraciones son obra de "El
Culterano" WLC.
Capítulo 7
Tres días, eso era lo
que había durado la paz en la vida de Karla. Fransheska estaba que quería
arrancar cabezas. Cuatro precisamente. No tenía idea de quién era el hombre,
pero por los secretos que se movían en la habitación no era alguien que deseara
conocer. La familia se había reunido a petición de su padre en el hotel para
celebrar la llegada de las pruebas de paternidad. El lugar había sido una de
las salas privadas del restaurante del hotel. Era espaciosa y tenía una
iluminación junto a una decoración alegre. Las víboras de cascabel habían
llegado acompañando a un hombre que, al verlo su padre, había despertado en él
deseos de asesinar. Las abuelas estaban pensando en llamar a la policía.
–Karla tanto tiempo
sin verte.
–Si demasiado tiempo.
A qué debo tu visita. – La frialdad en la voz de la mujer tomo por sorpresa a
los recién llegados, pero eso no detuvo a Michael en su demostración de buena
voluntad.
–No debes ser tan fría
con un viejo amigo y el posible padre de tu hija.
–Michael para que
quedes informado, ha llegado la prueba de paternidad de Fransheska, donde queda
claro que Giovanni es el padre. Por otra parte, te pido que recuerdes que fue
lo que te dije aquella noche cuando desperté de la droga que me habías dado. –
El gemido de los presentes se vio interrumpido por el movimiento de las gemelas
sosteniendo a Giovanni que deseaba matar al maldito.
–Dijiste de forma muy
descriptiva como intentarías matarme. Pero ambos sabemos que te falta… cuerpo.
Además, puede que no sea el padre, pero la niña definitivamente esta mejor que
la madre, cualquier cosa un día de estos debería salir conmigo, cosa que le
pueda contar los pequeños secretos que mantienes escondidos bajo la cama.
–Mala respuestas, si
hubiese sido mi cuerpo poca cosa para enfrentarte, no me hubieras drogado esa
noche. Ambos sabemos que eres muy poco hombre para soportar lo que te estás
buscando. Además, tienes que saber que hay una cosa por la que he estado a
punto de matar antes, es contra todo aquel que se ha metido con mi hija. En la
vida de cada uno de nosotros hay algo que nos es sagrado, para mí, siempre ha
sido mi hija. Kiri, no dejes que Giovanni entre en esto. Kari, por favor no
dejes que lo mate. – Todos la miraron sin poder entender que quería decir, sus
palabras no iban a la par con la voz fría y rostro calmado. Kari mientras asintió y con un movimiento
rápido le lanzó algo a Karla que lo cacho al vuelo. Esta se coloco la manopla
como si fuera lo más normal del mundo y sonrió al apretar el puño. –Kari, de
verdad, no dejes que lo mate.
Después de eso todos
estarían un buen rato explicando que carajo había pasado. Karla se había
trepado a la mesa con la gracia de un felino, había caminado entre la comida
con seguridad y con una sonrisa casi macabra en los labios hasta haberse
acercado a Michael que había dudado de que hacer, pero aún así se sorprendió de
la patada que recibió en el pecho y de la rodilla que aterrizo sobre su
estomago después del brinco de Karla en el aire. Con manopla en mano, está
comenzó a golpear con todas sus fuerzas su rostro, lo único que se escuchaba en
la habitación eran los gritos de histeria de las mujeres que habían traído a
Michael y las carcajadas de Karla que seguía rompiéndole la cara al idiota que
una noche la violó, la humilló y destrozó su confianza en el mundo y en los
hombres en general. Pero sobre todo había amenazado, con palabras solapadas,
con provocar esa pesadilla en su hija.
Kari, luego de un par
de minutos, atrapó a Karla y recibió varios golpes evitando otros tantos, la
otra gemela se unió a esta para poder detenerla, pero ninguna fue suficiente.
Giovanni la abrazó con fuerza aún recibiendo algunos golpes, pero hasta que no
la sintió relajarse en sus brazos no dejo de susurrar en su oído lo mucho que
la amaba.
–La tipa está más loca
que nunca. – dijo Waleska que no podía creer lo que había sucedido. No sabía
qué hacer, o cómo reaccionar al ver que nada había salido tal como estaba en el
plan.
–Sí, lo mejor de todo
es que un juez lo vera de esa manera y los policías también cuando lleguen.
Pero yo estoy encabronada con ustedes tres idiotas. Así que aprieten los
dientes. – Fransheska no se contuvo y golpeó como le habían enseñado las
gemelas, pero disfruto más que todo rompiéndole la nariz a Waleska. Total, el
médico no había hecho un gran trabajo en ella.
Giovanni le dejo el
resto a su madre, tomo a su mujer en brazos y su hija lo siguió mientras la
llevaba a una habitación, seguido de cerca por una de las gemelas. No sabía
cuál de las dos era, pero realmente no estaba muy contento con ellas por haber
permitido que Karla se enfrentara sola a ese canalla. Aunque tenía que admitir
que debía tener cuidado de no hacer enojar a su Pequeña, era una mujer de
cuidado, sin duda. Ese pensamiento en esa situación le hizo sonreír mirando el
cuerpo que temblaba levemente en sus brazos. No había de aquello que decían que
el perfume caro venía en envase pequeño… y el veneno también. Tenía que hacer
malabares para colocar ese anillo en ese dedo, su Pequeño no volvería a
desaparecer.
øùø øùø øùø
Fransheska había
sospechado que algo difícil se avecinaba, cuando su madre le había pedido a las
gemelas que se quedaran con ellas durante la cena. Debió haber escuchado mejor
lo que se avecinaba, pero esta vez su madre había guardado un silencio total
ante las posibilidades.
–¡Pequeña! Despierta…
necesito saber que estas bien. – la gemela que les había seguido trajo agua
fría en una vasija profunda y metió el puño de Karla en él, intento quitar la manopla,
pero ésta aún dormida se negaba a soltarla.
–No va a despertar por
varias horas señor. Es su mecanismo de defensa.
–De que carajos hablas
Kiri.
–Es Kari y es cierto.
No es la primera vez que mami se ha tenido que defender, es la primera vez que
logra un ataque tan vicioso, pero cuando yo era joven la abuela me comento como
un chico se sintió ofendido porque ella no quiso salir con él en la universidad
y como tuvieron que separarlos antes de que se mataran. Luego, hace un par de
años alguien que competía con ella no le gusto perder, e intento desquitarse
provocando ciertos accidentes. Las gemelas ya estaban con nosotros y habíamos
comenzado a entrenar con ellas. Ambas son buenas en lo que hacen, pero ninguna
se esperaba el demonio que despertó cuando los accidentes se dirigieron contra
mi persona. Él buscaba una reacción de ella, pero al no recibirla buscó herirla
con su hija. Te juro que él no esperaba una reacción en la que por poco termina
muerto y una gemela termino en el hospital. – Fransheska miraba a su madre con
una sonrisa en los labios, era verdad que el perfume caro venía en frascos pequeños,
pero diablos las bombas ahora también venían en modelos compactos. Eso usando
parte de los pensamientos de su padre. – En ambas ocasiones mami tardo casi
veinticuatro horas en despertar.
–Pequeña no me dejes
fuera… por favor. O juro que voy a bajar y matare a ese cerdo con mis propias
manos. – No fue Giovanni el único que se sorprendió cuando ella abrió los ojos,
susurró un “no” con voz ronca, soltó la manopla y se acomodo para que él se
acostara tras ella y la abrazara. Fueron segundos, pero tanto Kari como
Fransheska, sonrieron ante el cambio en la rutina.
øùø øùø øùø
–Bueno a la salud de
nuestros hijos, yo me libre de una nuera de pesadillas, aunque este caso va a
ser uno difícil. Pero he ganado una nuera algo loca y una nieta rara. Podrías
explicarme porque las diferencias. – Miranda no dejaba de observa la habitación
que minutos antes había estado atestada de gente.
–Con que quieres que
comience.
–Con Karla… parece que
no está bien y quiero saber en qué se está metiendo mi hijo. Aunque siendo
sincera, sé que, aunque el mundo se acabé él no se alejara de ella.
–Me alegra saberlo
abuela, ya que a mami le hace muy bien su presencia. Abu, logró despertar por
unos segundos y ahora duerme en brazos de papi. Las gemelas están vigilando y
cuidando que nada interrumpa el sueño. – Fransheska se sentó y aprovecho el vaso
de vino que alguien había dejado en la mesa. Ninguna de las dos abuelas se
acordó de decirle que no tenía edad para beber alcohol, metida cada una en su
mente.
–Miranda…–dijo Valeria
mirando a su nieta con cariño. –mi hija a heredado algo que puede ser una carga
demasiado pesada para cualquier ser humano, pero es herencia de nuestra
familia. Mi madre termino loca y quitándose la vida por que podía ver a las
personas que habían fallecido. Mi hermano, al regresar de la guerra se dejo morir
poco a poco de hambre, tocaba a personas o cosas y sentía su dolor o veía lo
que habían hecho. Era una pesadilla estar cerca de otros seres humanos. Mi hija
tiene la habilidad de ver en el pasado y el futuro. El costo ha sido grande, ha
salvado muchas vidas al aprender a controlar su don. Más ha mantenido a su
familia segura hasta ahora. Creo que lo de hoy ha sido un intento de que tu
hijo no terminara en la cárcel. Creo que el primer día que regreso menciono
algo de verlo tras rejas y creo haber escuchado el nombre de Michael como
detonador.
–Cierto… ese día vio
como era estafado por su amigo, sin saber la razón hasta que yo escuche los
secretos del hombre. El idiota está enamorado de Elizabeth y le ha dado carta
blanca a que gaste su dinero. – Fransheska comía como si nada hubiera pasado o
como si no estuvieran soltando una bomba a la realidad de su abuela paterna.
–Ok, explícame que es
lo que puedes hacer tú. Ya que no me ha pasado desapercibido que cosas raras
salen de tu boca cuando menos lo imagino.
–Yo… mi querida
abuela… escucho secretos. Tengo la habilidad de recibir pensamientos que son
liberados con gran pasión. Por ejemplo, las imágenes la otra noche de lo que mi
padre quería hacer con el cuerpo de mami. O como en este momento, estás
pensando que estoy loca y acá mi abu piensa que soy todo un dolor de muelas. Sé
que el amigo de papi no es mala gente, pero si se hubiera quedado con la puerta
abierta al dinero de papi, hubiese intentado complacer a la mujer que ama, sin
pensar en el desastre que eso sería. También supe la primera vez que te vi, que
sospechabas haber engordado y estas vislumbrando visitar a un cirujano. –
Miranda levanto la mano sin poder evitarlo, era demasiada información.
–Resumiendo, es cierto
que tienen grandes dones, pero a un alto costo. Mi madre y hermano locura, mi
hija la pérdida de su habilidad para expresar emociones. Lo que tarde o
temprano la llevara a la locura.
–Creo que eso puede
cambiar. Creo que la locura en nuestra familia es el no encontrar con quien
compartir el peso. Por ejemplo, tu papá dejo en seco a su esposa cuando esta
comenzó a hablar con rincones vacios o muertos que él había conocido. En cambio,
el tío se negó a probar suerte con el amor por terror a lo que podría ver. En
cambio, mami siempre tuvo un buen suelo que pisar mientras compartió con papi,
luego mientras yo la necesite. Fue ante las últimas situaciones en las que ha
perdido un poco la fe en los seres humanos por experiencias propias o por
aquello de lo que ha sido testigo que no ha tenido a que sostenerse, ya que se
ha alejado de mí para darme espacio para yo cargar con mi don y no con su
situación. Creo que papi tiene la habilidad de llegar a ella, sin importar lo
lejos que pueda estar.
–Bien… no sé qué decir
de verdad y tu Val tienes algún don, con una familia tan especial es extraño
que tu no tengas un don. ¿No te parece querida?
–Yo no…
–Si tiene uno. – las
dos mujeres la miraron a la joven sin poder comprender que quería decir.
–No me digas que no te
has dado cuenta. ¿Por qué siempre yo? Verás tu don es con los seres vivos,
sanan en tus manos. Animales, humanos o plantas. Pero como te has rodeado de
plantas que realmente no provocan un gran peso en tu don, eso te mantiene a
salvo. Si hubieses terminado como abogada, psicóloga o trabajadora social la historia
sería diferente. Por qué crees que estas rodeada de tantos locos, tanto en casa,
como en el trabajo. – Valeria tuvo que admitir que era extraño que todos menos ella
tuviera un don, más todavía que aquellos que siempre llegaran a ella, eran
personas en necesidad.
–Está bien, vamos a
decir que tienes razón. ¿Cómo lo sabes?
–Eso es fácil, algo
que tiene mi don es recibir pensamientos o energía que ha sido dejada en un
lugar. Tus jardines crecen y multiplican tu energía. Por eso es que muchos
desean pasearse por ellos. De igual forma pueden amplificar tu don, sanando a
los que les visitan. No pensarás que mami pidió ese jardín en la casa que acaba
de comprar, por puro accidente.
–¿Karla sabía? – no debía
haber preguntado, aunque hubiese sonado como pregunta, era más una afirmación
sobre el don de su hija a no dejar escapar mucho de lo que sabía.
–Síp… pero nunca quiso
decirte por el miedo que te producen estos dones en nuestra familia. – La mujer
asintió admitiendo que eso era verdad. No había forma de escapar al legado
familiar.
–Ahora abuela Miranda,
dime que es lo que va a suceder.
–Ni idea… Michael tuvo
que ser llevado al hospital y eso nunca va a sonar bien ante el juez, más aún
cuando tu madre solamente está durmiendo. – Fransheska asintió y supo que la
cosa no estaría fácil, pero tenía una idea y lo más seguro es que funcionaria,
más en el caso de su madre con los favores que le debían. -Tu por otro lado al
ser menor, podrías enfrentarte a una fianza y a estar bajo probatoria.
–Valió la pena. Creo
que todo saldrá bien, mami está en brazos de papi descansando, yo tengo fe en
mi futuro y tengo dos abuelas maravillosas que espero pronto vayan conmigo de
compras.
–A mi no me metas en
ese lío niña.
–Que me estoy
perdiendo Valeria, cualquiera diría que es lo peor que puede suceder.
–Más o menos, lo de
esta niña no es hacer compras, es hacer maratones de compras. Terminamos
completamente muertas. Miranda suerte con esa, disfruta de la nieta que hasta
ahora no has tenido a tu lado. Te prometo llevar flores hermosas y de todo tipo
a tu funeral. – Con una carcajada Valeria las dejo a ambas sentadas mientras
ella regresaba a su casa para poner al tanto de lo sucedido a Laura. De seguro
ésta sabría a quien llamar en este tipo de situaciones.
–No le hagas caso a la
abuela, de seguro está pasión por las compras también la herede de ti. –
Miranda no tuvo más que sonreír ya que sospechaba que era cierto.
–El problema está,
querida, en que ya no soy tan joven.
øùø øùø øùø
Las gemelas habían
llamado a sus otros jefes, ellos protegerían a la familia de este fiasco.
Mientras ellas protegerían a los que dormían con la vida misma si fuese
necesario. Ambas compartieron en silencio su preocupación, pero no se movieron
de sus lugares donde podían ver a todos los que se acercarán. Cuando habían
recibido el aviso, Karla había continuado con los planes como si nada, pero ellas
habían estado en alerta roja. Esperando problemas, no se sorprendían por la
toma de decisiones de su jefa.
Ambas aún recordaban
el callejón oscuro donde las había encontrado, una con un arma en las manos y
la otra con varias heridas de cuchillas en el vientre. Solo una ceja levantada
y una llamada a la doctora en la que confiaba. Esa misma tarde ambas habían sido
llevadas a una habitación iluminada, les dieron comida y les ofrecieron la
oportunidad de hacer toda una nueva vida lejos de la violencia en la que habían
crecido. Toda una vida de bendiciones frente a ellas, gracias a una mujer que
no había gritado ante la sangre, que no se había asustado mientras sostenía con
sus manos ensangrentadas el cuerpo de una de las gemelas.
Sus vidas habían vuelto
a pertenecerles gracias a una mujer que les salvo, dándole una oportunidad para
ser diferentes. Ahora esa era su familia, una niña que les había abrazado y les
había dicho que todo saldría bien. Una Laura que había sido como una tía preocupada
de que comieran en tiempo y tomarán sus medicamentos. Ahora se añadía un hombre
por primera vez, no estaban muy confiadas en el resultado, pero si era la luz
de Karla, lo protegerían como si fuera ella. Ambas miraron la puerta cerrada y
asintieron al compartir la promesa silenciosa.
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