LF Capítulo 13
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Capítulo 13
¿Rescate?
-¿Dónde está?- La
voz de su madre crispada con furia fue para Faith un bálsamo, haciéndole
sonreír a pesar del gran dolor que guardaba en su pecho.
-A que lo mato… te
juro que lo mato.- Eli parecía un pequeño demonio de Tasmania, buscaba en todos
lados como si su tío con casi seis pies de altura se estuviera escondiendo de
esa cosilla.
-Eli
tranquilízate, debes pensar en el bebe. Esos arrebatos emocionales no son
saludables. Además creo que ya no hay nadie más que los nuestros en la casa.-
Armando sonreía como disculpándose por la imagen que ambas mujeres adultas y
cabales estaban mostrando.
-No me putees la
vida Armando, mi hijo esta tan furioso como su madre, con ese hijo de puta
desgraciado. Ambos vamos a joderle hasta el culo para que jamás pueda volver a
sentarse.- Todos miraban a Eli moverse como si fuera todo un batallón de guerra.
Sara no podía decir nada para tranquilizarla porque estaba actuando en la misma
forma. La única que parecía tranquila en ese mar de locura era Cristina, que
con una sonrisa se disculpó con Faith que comprendió el apuro.
-Eli, Mami…
¿Vieron cómo están vestidas?- Las dos mujeres se miraron y luego desviaron la
mirada a la otra. Eli tenía el cabello enredado, su pijama estaba mal acomodado
y con… unas botas de invierno. ¿De dónde habían salido? Por otra parte Sara
tenía una falda de volantes toda estrujada y enredada con su ropa interior. El
cabello estaba fuera de su eterno moño y lleno de hojas secas y sino le habían
engañado sus ojos tenía un cupón en el cuello. Al lado de ambas mujeres Armando
era el más compuesto en el grupo pero su camisa al revés no decía nada bueno.
Cristina reía en silencio, tosiendo de vez en cuanto intentando esconder las
carcajadas. Mientras Marcos le abrazaba por la espalda, tenía el rostro
escondido en el cuello femenino, de seguro escondiendo su risa. J.D. sonreía
con un brillo pervertido en la mirada, algo nuevo en el frío joven, pero que no
pasó desapercibido a su hermana que observaba todo el cuadro preguntándose qué
diablos habían estado haciendo esa gente durante la pasada semana.
-Diablos no saben
cuánto me alegra que la abuela se marchara, hubiera tenido razones para decir
que Eli es hija del demonio.
-¿Se fue?- Sara
hizo la pregunta con duda, como si no pudiera creerlo.
-Sí, no se sentía
muy bien después de escuchar a su hijo confesar su amor por Faith.- Michael
recibió el codazo en el estómago, pero no se quedaría callado de la situación. Todos
tenían que estar enterados hasta donde llegaba la locura de ese sujeto.
-¡QUÉ!- Ahora si
se había formado el salpafuera, todos gritaron la misma pregunta, pero luego de
eso, todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. Michael y Faith entendieron
poco, tal vez sobre tipos de torturas y de cómo picar o hacer desaparecer la
mierda humana. El silbido de Michael trajo la atención de todos nuevamente a
éste y de verdad Faith no supo si había él hecho lo correcto, había que ser muy
valiente para hacer frente a la mirada furiosa de seis personas.
-Creo que la
señora lo trajo con la intensión de que negara las acusaciones de Faith. Pero
el tipejo aprovecho que la señora me estaba insultando para ir a la habitación
de Faith. Si recuerdan en eso les estaba hablando de las visitas.- Michael
levantó la mano en señal de paciencia, al ver la intención de todos de volver a
alborotarse.- La chica se defendió muy bien. Aunque temo que el idiota está
completamente obsesionado. Hay que cuidar de la princesa más que nunca. Él
pareció no darse cuenta de no estar solo en la habitación, ahora más que antes
parece que toda su atención se está enfocando en Faith.- Todos asintieron
comprendiendo la posibilidad. Faith se acercó a su familia y se dejó abrazar
por todos.
-¿Eli me amas?- Si
la joven hubiera sacado la mano y le hubiera dado una cachetada, la mencionada
no hubiera estado más sorprendida.
-Sabes que sí,
preciosa. Eres una de mis joyas más queridas.
-Lo sé, aunque
deseaba estar segura. Pido permiso para probar algo en mi ser.- Faith se soltó
de los brazos familiares al ver como Eli asentía con mirada curiosa y sin un
gramo de rechazo en su cuerpo. Temblando enredó sus dedos en el cabello de la
mujer que le había mostrado lo bello de la vida, aun antes de conocerla.
Besándola de inmediato con labios tiernos. Todos respiraron profundo pero nadie
dijo nada. Eli no le rechazo, colocó sus brazos alrededor de la joven y se dejó
hacer como la brisa que acaricia en el verano.
-Ya sabía yo que
la cosa no era conmigo…- La voz de Michael sonaba a queja pero la sonrisa en
los labios hablaba de comprensión.
-Michael cállate…
sé que no soy capaz de estar en esa combinación, pero no saber lo mucho que me
ha torturado el silencio, el secreto. - Faith reía con lágrimas en los ojos.-
Te amo Eli, les amo a los dos. Tú fuiste mi manta, me ayudaste a salir de mi
agujero. Pero no atrofiaste mi desarrollo, te amo por ser luz, risa y vida en
mis días. A parte de un poco pervertida.
-¿Un poco?-
Murmuraron algunos de los presentes.
-Sí un poco, amas
con locura. El verte junto a Cristina enciende mis ganas, el ver como todos te
acarician me provoca ganas de gritar. Quiero que me consideres como pareja, es
cierto que será difícil con toda esta ecuación de sumas, pero…- La joven la
miró y le mostró sus sentimientos con la mayor fuerza que era capaz. -Michael
me mostró lo maravilloso que puede ser un hombre… tú me mostraste lo bello que
es amar y sentirse segura amando.
-Mira que yo no le
he hecho nada… lo juro.- Michael levanto las mano en señal de paz para Armando
que lo miraba con ganas de matarlo.- Niña explícate antes que tu padre me mate.
-Lo que quiero
decir es que al ver como debe ser un hombre con una mujer, me dejaste claro que
mi tío es un ser patético. Pero al mismo tiempo me robaste un pedazo del
corazón, hasta que no he visto a Eli entrar como ha entrado por la puerta no
había podido ubicar cada sentimiento en su lugar. Mi rompecabezas me tenía
confundida, pero ahora sé y siguiendo el ejemplo de varias personas en nuestra
familia, puedo amar a dos personas y de diferentes géneros.
-¿Y yo?- Armando
parecía estar dolido por no haber sido ejemplo para su hija.
-Tú no cuentas
papi, nunca has estado en mi lista romántica. Por un tiempo estuve confundida
por lo que sentía por Eli, pero ahora creo que estoy clara de que no soy
lesbiana, pero si bisexual. Por lo menos con ellos dos. Tendría que dar más
tiempo a mi crecimiento para ver donde me llevan mis pasos.- La sonrisa de
Faith era tierna y sincera, algo que Michael había estado deseando ver durante
toda esa semana, tal vez el enfrentarse a su pasado había ayudado a que la
chica lograse ver claramente lo que le rodeaba, pero más aun lo que tenía
dentro de su corazón.
-¿Estaría mal
tener a los padres en la lista romántica?- La mirada de todos golpeó al joven
que observaba la escena serio. La sonrisa que siempre caracterizaba ese rostro
angelical había desaparecido. Esas palabras habían desviado la atención de toda
la familia de la reciente declaración. -¿Uno no puede amar a nadie de la
familia inmediata de forma carnal?
-¿J.D. qué quieres
decir con ello?- Eli intento mantener la calma, pero veía la cara de Sara y de
Armando, sabía la tormenta que se estaba formando.
-Yo… sólo quiero
saber.- Armando y Sara buscaron ayuda en Eli. Ella los miró preguntando en
silencio si estaban de acuerdo con lo que ella pudiera decir.
-J.D. ven conmigo
a la cocina. Michael espero que hayas hecho la compra. ¡Tengo hambre!- Todos
rieron mientras la seguían, JD pareció nervioso o arrepentido por haber hecho
la pregunta.
-Enano, el amor
que envuelve las acciones sexuales son diferentes al sentimiento filial.- Todos
parecieron tensarse y volver a respirar, vieron que Eli sacaba algunos envases
y olía su contenido.- No quiero decir que es imposible la mezcla de ambos, pero
no es fácil y conlleva mucha responsabilidad por parte de ambos amantes.
-¿Por qué?
-En primera
instancia el asunto de la edad, ahora mismo en tu caso se añadiría la
pedofilia, entre hermanos de la misma edad muchas veces se da el caso. Aunque
legalmente ambas situaciones son penables, además que muchas de las religiones
condenan el acto. En otras palabras se hace, existen casos a todos los niveles
sociales alrededor del mundo, pero es socialmente condenado, así que se mantiene
en las sombras. Todos gimieron viendo donde quería llegar Eli.
-He leído sobre
esos casos, pero también se comienza con jovenzuelos con personas adultas de la
familia. No puedes negar que incluso la realeza o monarquía tienen ese tipo de
esqueletos bajo sus camas.- Eli lo miró detenidamente, ese comentario la había
sorprendido sobremanera. El chico siempre estaba varios pasos delante en lo que
eran sus preguntas. Lo que significaba que el chico se había documentado al
respecto, sus golpes no eran a lo ciego. ¡Diablos…! Estaba metida en problemas.
-¿Es algo que
llevas pensando mucho?
-Algo así…
-¿Podrías
elaborar? No quiero equivocarme en lo que estoy sacando de entre líneas.- JD
guardo silencio observando a los presentes. Parecía preocupado por algo que
quería decir pero no podía.
-No importa… Vamos
a comer algo…- Bajo la mirada avergonzado o por lo menos eso es lo que todos
intuyeron menos Eli, que sospechaba que el chico era un gran actor y
manipulador. Sara fue a decir algo pero Armando la contuvo con una mano.
-¿José David…
deseas que hablemos solos?- La voz de Eli detuvo a todos, vio un brillo de
triunfo en el joven, pero aún no podía saber que deseaba.
-No es eso… es
que… es la mirada de susto de todos… sé que he dicho algo raro. Pero…
-JD, respira
profundo. Intenta recordar las reglas de esta familia.- Así él lo hizo. Las
recordaba muy bien, pero se había acostumbrado a ser el chico bueno. El ángel
de la casa, era difícil demostrar quién era, pero en las últimas semanas se
había estado volviendo loco manteniendo la imagen y lejos de lo que satisfacía
esa otra faceta que escondía de todos.
-Del cielo a la
tierra todo es posible si se dialoga, es la primera. Segundo, ninguna crítica o
burla a lo que preocupe a un miembro de la familia y tercero respeto ante las
decisiones individuales de los miembros. No es necesario comprensión o
aceptación, pero sí respeto.
-Muy bien y ahora
que las has mencionado tan claramente señala a quién te está mirando raro.
-Marcos cree que
le voy a tirar los perros. Soy más suave físicamente pero no le tiro a esa
cancha. Faith y mis padres parecen que se quedaron brutos.- Todos miraron a la
joven y notaron que era cierto, era como si viera por primera vez a su
hermanito. Al verse señalada sacudió la cabeza, sonrío y se fue a sentar a la
mesa al lado de Michael que realmente no expresaba nada con sus cuerpo.
-Ya, ahora bien…
explícame tu situación.- Ella le lanzó una mirada de advertencia a Marcos que
parecía no poder cambiar su expresión.
-Todos saben sobre
mi alto IQ, no es algo que me gusta hablar. Pero sí es necesario volver a
mencionarlo para que entiendan. Es un asunto que siempre me ha puesto a un
nivel diferente en la familia y en la escuela. Comprendo la situación y la he
analizado, soy una rotura a la norma, lo que provoca problemas serios de
socialización. A ello podemos añadirle aburrimiento total por entender material,
que se supone sea a mi nivel, comprendes que he estado metido en un lío. Para
mis padres he sido un dechado de virtudes y el angelito, del cual por supuesto
se sienten orgullosos.- JD se movió por la cocina llegando a una alacena, allí
golpeo uno de los paneles y saco una caja de metal. Tenía un candado de
combinaciones el cual abrió sin siquiera mirarlo. Todos miraban la situación
confundidos, pero nadie se atrevió a decir nada. Eran testigos sin
participación en esa conversación. Pero si suspiraron al ver algunas golosinas,
eran las favoritas del chico. Puso la caja en la mesa y volvió su atención a
Eli nuevamente. Lo malo era que la mirada era una adulta, era como si una vieja
alma se estuviera expresando en el rostro angelical del niño.- Desde los
diálogos nocturnos de mi hermano, soy consciente de esa parte de necesidades
humanas. Más… bueno de las…
-¿Posibilidades?-
añadió Eli arrepintiéndose de haber sido señalada como la cabeza de esa
conversación. El formato de dialogo del joven había cambiado, sus acciones
decían mucho más que lo que otros podrían pensar, el problema estaba en su
mirada, esta había dejado de ser la de un chico inocente y dulce. Había mundos
enteros allí, algo que reconocía de sí misma y que no comprendía muy bien en el
joven. Lo único que quedaba claro es que pronto entraría en un ataque de pánico,
si el chico no soltaba lo que estaba cocinando en ese cerebro.
-Sí algo así…
además, mis padres pensaron que era muy chico para comprender, es cierto en
esos momentos las chicas me parecían un problema, pero sabía que algunas eran
lindas. Chale… algunos compañeros ya veían pelis de ese tema.- Eli sospechaba
que ante la falta de información por parte de sus padres él había buscado otro
medio de satisfacer su necesidad de conocimiento. Más algo que había quedado
claro con JD era que su nivel intelectual lo sacaba de la norma aislándolo y de
la misma forma lo que le obligaba a esconder quien era. Eso significaba la caja
de dulces. ¿Pero a qué nivel los había engañado a todos?
-Utilizaste todos
los medios que tenías a tu disposición para encontrar respuestas a tus
preguntas.- Eli lo vio asentir.- ¿Dónde?
-Películas,
televisión, mangas, páginas Web, anime Hentai o Echi. Libros de sexualidad o
ayuda sexual que compraba por Internet. En otras palabras, todo lo que lograba
llegar a mis manos.
-Por los mil
demonios. ¿Hubo algo con lo que no chocaste?- Armando más que preocupado
parecía histérico… a punto de explotar, así que la pregunta de Eli lo hizo
saltar en su asiento.
-Tus libros Eli…,
no.- el joven negó con la cabeza y con la mirada señalando a la mujer que abrió
los ojos. – Esos no los encontré hasta poco después de conocerte. Faith debes
cambiar tu escondite, la verdad nunca lo fue.
-Gracias por los
pequeños milagros.- susurro Armando.
-¿Qué carajo
tienen de malo mis libros Armando?- Eli parecía de verdad furiosa.- Olvídalo,
luego hablamos… JD… ¿qué tema llamó más tu atención?
-Amor filial…
-Okey…- dijo Eli
sin saber cómo proseguir.
-¿Qué?- Sara
parecía más que confundida, no tenía idea de que era lo que había sucedido con
su bebe. Era como si estuvieran hablando en otro idioma.
-Sara respira con
calma… estas híper ventilando. Le llama la atención el incesto, el sexo con
familiares.
-¿QUÉ…?
-Sara, por favor…
-Hijo comprendo
que estas en esa edad, pero la familia es sagrada. Tu hermana… es bueno… ella
es… ya sabes.
-¿Quién ha
mencionado a Faith en esta ecuación? Yo hablaba de ti madre…- Ante esas
palabras se movió erguido y salió de la habitación cargando con su caja de
golosinas. Había dejado a todos mirando a Eli en búsqueda de ayuda.
-A mí no me miren.
No sé nada… Carajo ni en una de mis novelas pasa esto.- Murmuró al fin al
sentir la presión del grupo. El enano los había dejado literalmente brutos. –
Lo único que sé es que este bulto lo han montado otros y no yo. Ja buen lío y
sin mis libros…- dijo mirando a Armando de forma cínica.
* * * *
Eli respiro
profundo ante la puerta del joven. Todos habían votado que era ella la más
adecuada para hablar con JD, pero maldición, no quería llamar a esa puerta.
-¿JD, puedo
entrar?
-Sí…- El joven estaba
rodeado de libretas, de papeles y libros que ella reconocía por tenerlos en su
biblioteca personal. Los observó pero no dijo nada, esquivó los mismos para
sentarse en la butaca de la computadora. -¿Sabes? Lo que más he extrañado en
estas semanas son mis libros y libretas de notas. Son cosas que nunca puedo
sacar de mi rincón sin crear una conmoción en la familia. Lo cual tu actividad
en las últimas semanas se han convertido en una burla cruel para conmigo.
-¿Por qué?
-Sé cómo me ve mi
familia, el callado, el introvertido. Lo cual es cierto hasta cierto punto,
pero no totalmente valido. ¿Quieres ver quien soy en realidad?
-Sí, por favor.-
El joven se acercó a la computadora, encendiéndola, espero unos segundos que
subiera y luego puso su clave. Lo hizo tan rápido que ella sólo pudo notar el
movimiento de sus dedos pero no el donde tecleaba. Mientras él buscaba en la
computadora noto varios títulos de libros que ella no había visto aún.- ¿Son
buenas referencias?- preguntó señalándolos.
-Sí, pero les falta
un deje real. Un buen escritor aunque sea de fantasías, vende la posibilidad.
-Cierto…-Eli no
sabía que pensar cuando el abrió una página Web, al notar que abría con clave
de autor supo que estaba en problemas. Él era el administrador de una página personalizada,
una página que ella conocía muy bien ya que había conocido por correo
electrónico al autor. Más aún, se había metido en largas conversaciones y
discusiones sobre temas escandalosos, vía mensajero automático. En algunas
ocasiones había notado unas marcas inocentes en su trabajo, pero lo había achacado
a lo novel del mismo.
-Dionisio, ese soy
yo… o mejor dicho mi otro yo.
-JD, dime si he
entendido bien, eres escritor de literatura pornográfica, con un nombre
reconocido en la red. Todo lo que dijiste abajo era para sacar este secreto del
closet y poder cargar con tus cosas sin preocuparte por lo que diría tu
familia. Si hay algo más, dímelo por favor.
-Algo así, pero es
cierto que mi madre ha sido imagen promotora de algunas fantasías. Además existen…
bueno… nada.- El chico sonreía, una sonrisa conocida pero nunca antes
comprendida. El maldito mocoso era en realidad un demonio.
-JD…
-Sí…
-Corre…- Eli se
puso en pie lentamente de la silla, él iba a preguntar por qué cuando vio sus
ojos brillar con malicia. Se dio la vuelta con un grito y una risa burbujeante,
mientras Eli gritaba como una salvaje, con el corto cabello al aire y las
mejillas sonrosadas. Los gritos no cuadraban con la sonrisa femenina, ambos
reían mientras todos se habían quedado con la boca abierta ante el intercambio
entre ambos.
-¡ELI! ¿Qué
sucede…?
-Tú quieres saber
que sucede, yo te voy a decir lo que sucede querido Armando. Me niego a cargar
con este muerto. No sé cómo, no sé desde cuándo pero tu hijo es un escritor de
pornografía recocido mundialmente en la red.
-El cuándo,
comencé hace dos años, pero estaba documentándome desde que mi querido hermano
soltó prenda dormido.
-¿Qué? Es que mi
hijo se ha vuelto loco.- Sara parecía a punto de echarse a llorar.
-No Sara, tu hijo
es muy listo… es que lo voy a matar.
-¿Por qué? Porque
lo que escribo te excita o porque has llevado a cabo algunas de las fantasías
que te había recomendado.
-Por qué todos en
esta casa menos tu madre saben quién eres en la red y han disfrutado de tus
relatos.
-Dos cosas, si han
disfrutado eso significa que es un trabajo bien hecho. La otra quien dijo que
mi madre no conoce mi trabajo.- Diciendo estas palabras se escondió tras Faith
y Michael que veían el intercambio con rostros pálidos sin poder comprender por
completo.
-No me digas… qué…-
Eli por primera vez se había quedado sin palabras, eso en definitiva era mucho
más grande que ella.
-Sí, una de mis
mejores fans, pero eso sí, hay que ayudarla para que aprenda a esconderse mejor
en la red, en el primer mes de conversaciones sabía con quién estaba hablando.
-Carajo…
-¿Por todos los
cielos de quien estamos hablando…?- Sara parecía a punto de sufrir un ataque
cardiaco.
-Dionisio, lo que
es igual a un travieso demonio, vestido de ángel.
-¡No! No puede
ser… José David… dime que no es cierto.- La palidez de Sara se había acentuado,
las manos le temblaban pero era más cosa de no querer creer lo que tenía ante
sí.
-Ya entiendo…
denme permiso para matar al maldito mocoso sabelotodo.
-Es que lo voy a
matar yo.- Sara parecía seriamente con ganas de sacudir a su hijo.
-¿Por qué? Todos
se divierten con mis historias. Además mi negocio va bien. Así que no hay
problemas si costeo mis caprichos.
-¿Eres virgen?-
Marcos lo miraba como si lo viera por primera vez.
-Claro que sí… mi
cuerpo no va al mismo nivel que mi mente. Soy “cute”, no sexy. Tú fuiste al
revés y como no sabías cómo manejar ese monstruo de cuerpo, te volviste
malhumorado. Las chicas te catalogaron con un “bad boy” así que fuiste de los
que “se sale, pero no lo llevas a casa a conocer a papá.” Eli se le llama jugar
con el peligro… ¿no?
-Condenado
sabelotodo. Sí, es la pasión que sienten las chicas por el prototipo masculino
vil y mentiroso. Algo que todos sabemos Marcos no es, la pregunta es en este
caso: ¿lo eres tú?
-¿Qué tú crees?
-Que el chico
dulce y tierno es solo una pequeña parte de lo que realmente eres. Sin embargo,
son demasiadas cosas que pasan por debajo de las narices de tus padres. Por
otra parte para tener el negocio que tienes debes tener más de dieciocho años.
Has necesitado más que ayuda, un cómplice. ¿Quién?
-El hermano de
papi. Entre ambos nos encargamos de una parte del negocio, yo escribo mientras
él ilustra.
-Lo voy matar…- La
voz de Armando reflexiva avisaba tormenta.
-Por qué padre,
tienes uno de nuestros trabajos en tu computadora.
-Sí, un regalo de
Eli y Michael.- dijo mirando a los culpables de ese hecho.
-Jey… no dispares,
que aquí nosotros no pusimos ni un grano. Todo eso es tuyo y de Sara.- Michael
se defendió, estaba del lado de Eli, de ese muerto no quería nada… era como un
perro rabioso a punto de morder, pero los amos quieren acariciarlo… o peor aún
dormir con él.
-Muy cierto, a
veces me pregunto en que estaban pensando cuando nos hicieron.- La voz traviesa
volvió a llamar la atención sobre el pequeño rostro.
-Iack… cállate
mocoso. Esa imagen es grotesca, yo fui creada por el pensamiento… nada de sexo
entre nuestros padres.- Faith parecía seriamente perturbada por la imagen de
sus padres montando una fiestas de esas.
-Ya… por favor…
qué voy a hacer con este chico.- Sara parecía a punto de derrumbarse, hasta ese
momento había podido aceptar todos los cambios en su vida, pero su bebe era su
ángel y ahora salía con cuernos y rabo.
-Sara, no es cosa
tuya. Tu hijo menor al igual que los demás es un ser humano único, algo
retorcido y con un sentido del humor peligroso, pero único, nada más y nada
menos. José David, haz el favor de recoger tus cosas. Hay que montarte una
oficina en la casa y en el edificio de Río Piedras. ¿Tal vez te basta con tu
habitación?
-Si me permites tu
biblioteca de vez en cuando, puedo llevar lo mínimo. Además de una línea propia
de teléfono en mi habitación. Si no es mucho pedir, también me gustaría
cerradura.
-No exageres…
Ahora explícale a tu madre la conversación del incesto y por qué la sacaste a
relucir.
-Está bien, pero
no te esponjes. Mami, estoy trabajando en una historia con base a nuestras
últimas conversaciones, lo único que es cosa entre madre e hijo. Además me he
encontrado con la situación en mi charla con diferentes individuos en la red.
Es mucho más común de lo que uno podría pensar y más todavía provoca muchos
casos de desesperación, depresión y hasta suicidios.- Con el gemido de Sara les
quedo claro que no quería saber de qué trataban las mismas. -Al irnos de
vacaciones tuve que detener el proceso de redacción, algo por demás incómodo.
Tengo notas y libretas guardadas en casa de Eli, pero necesito mayor movimiento
en la casa si deseo terminar con la historia y terminar con mis responsabilidades.
Al ver a mis hermanos comenzar a sacarse del pecho sus secretos, el ver a mis
padres jugar a las escapadas y con unas tías locas de remate que no son difícil
de encontrar cuando se están portando pervertidamente, se alborotaron mis ganas
de escribir. Por otra parte, tengo una lista de más de 35 pedidos con los que
tengo que cumplir en los próximos meses.
-¿Pedidos?- Faith
parecía más que tranquila, abrazada a Michael que no sabía qué decir de toda
esa situación.
-Historias eros
personalizadas. Pregúntale a nuestro padre o a quienes les compraron una. Es un
negocio redondo del que soy socio.- Eli y Michael sonrieron viendo la
incomodidad de Armando.
-¿JD, sigues
siendo mi bebe?
-Sí madre, aunque
sospecho que he perdido a mi fanática favorita.- Ella asintió, parecía triste
ante la posibilidad.
-Enano, te
apoyamos en tus proyectos, es algo peligroso y hay que cuidar de lo que sucede
a tu alrededor. Pero te amo con todo mí ser. Pero deseo dejarte en el lugar de
mi bebe.
-“Sorry”, ya sé
que están en plan “Flan” pero qué quiso decir con lo de las escapadas de sus
padres…-Faith parecía más que confundida, parecía dolida ante el nuevo cambio
en la familia, era como si la hubieran dejado fuera por un buen rato.
-Ha eso… fácil,
nuestros padres en la última semana han parecido conejos. Incluso han
disfrutado de salidas con Carlos… la última vez este llegó a la casa con cara
de idiota y nuestra madre con una mordida sobre el pecho izquierdo de locura.
Muy buen material… les digo… excelente.- Con esas palabras salió corriendo
escapando de las garras de su padre y sin ver a su madre derrumbarse sobre el
sofá con cara de susto nuevamente.
-Qué bien… juro
que esa es mucha información… demasiada…lalalalalalala…- Faith hizo que se
estremecía, pero miraba con burla a sus padres que se habían sonrojado como un
par de chiquillos.
-Por lo menos no
me equivoque con el título…- Todos miraron a Eli asustados, no tenían idea de
cómo reaccionar ante otra sorpresa.- Ah… ¿No les había dicho? Termine el
borrador de mi último trabajo, se llama “Locuras de Familia”, tengo que mejorar
el personaje de JD, pero por lo demás queda todo… bueno en familia…
-¡ELI!- Gritaron
sin poder evitarlo al pensar en esa nueva pesadilla.
Fin…
Tal vez…
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