LF Capítulo 13

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Capítulo 13

¿Rescate?

 

-¿Dónde está?- La voz de su madre crispada con furia fue para Faith un bálsamo, haciéndole sonreír a pesar del gran dolor que guardaba en su pecho. 

-A que lo mato… te juro que lo mato.- Eli parecía un pequeño demonio de Tasmania, buscaba en todos lados como si su tío con casi seis pies de altura se estuviera escondiendo de esa cosilla.

-Eli tranquilízate, debes pensar en el bebe. Esos arrebatos emocionales no son saludables. Además creo que ya no hay nadie más que los nuestros en la casa.- Armando sonreía como disculpándose por la imagen que ambas mujeres adultas y cabales estaban mostrando.

-No me putees la vida Armando, mi hijo esta tan furioso como su madre, con ese hijo de puta desgraciado. Ambos vamos a joderle hasta el culo para que jamás pueda volver a sentarse.- Todos miraban a Eli moverse como si fuera todo un batallón de guerra. Sara no podía decir nada para tranquilizarla porque estaba actuando en la misma forma. La única que parecía tranquila en ese mar de locura era Cristina, que con una sonrisa se disculpó con Faith que comprendió el apuro.

-Eli, Mami… ¿Vieron cómo están vestidas?- Las dos mujeres se miraron y luego desviaron la mirada a la otra. Eli tenía el cabello enredado, su pijama estaba mal acomodado y con… unas botas de invierno. ¿De dónde habían salido? Por otra parte Sara tenía una falda de volantes toda estrujada y enredada con su ropa interior. El cabello estaba fuera de su eterno moño y lleno de hojas secas y sino le habían engañado sus ojos tenía un cupón en el cuello. Al lado de ambas mujeres Armando era el más compuesto en el grupo pero su camisa al revés no decía nada bueno. Cristina reía en silencio, tosiendo de vez en cuanto intentando esconder las carcajadas. Mientras Marcos le abrazaba por la espalda, tenía el rostro escondido en el cuello femenino, de seguro escondiendo su risa. J.D. sonreía con un brillo pervertido en la mirada, algo nuevo en el frío joven, pero que no pasó desapercibido a su hermana que observaba todo el cuadro preguntándose qué diablos habían estado haciendo esa gente durante la pasada semana.

-Diablos no saben cuánto me alegra que la abuela se marchara, hubiera tenido razones para decir que Eli es hija del demonio.

-¿Se fue?- Sara hizo la pregunta con duda, como si no pudiera creerlo.

-Sí, no se sentía muy bien después de escuchar a su hijo confesar su amor por Faith.- Michael recibió el codazo en el estómago, pero no se quedaría callado de la situación. Todos tenían que estar enterados hasta donde llegaba la locura de ese sujeto.

-¡QUÉ!- Ahora si se había formado el salpafuera, todos gritaron la misma pregunta, pero luego de eso, todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. Michael y Faith entendieron poco, tal vez sobre tipos de torturas y de cómo picar o hacer desaparecer la mierda humana. El silbido de Michael trajo la atención de todos nuevamente a éste y de verdad Faith no supo si había él hecho lo correcto, había que ser muy valiente para hacer frente a la mirada furiosa de seis personas.

-Creo que la señora lo trajo con la intensión de que negara las acusaciones de Faith. Pero el tipejo aprovecho que la señora me estaba insultando para ir a la habitación de Faith. Si recuerdan en eso les estaba hablando de las visitas.- Michael levantó la mano en señal de paciencia, al ver la intención de todos de volver a alborotarse.- La chica se defendió muy bien. Aunque temo que el idiota está completamente obsesionado. Hay que cuidar de la princesa más que nunca. Él pareció no darse cuenta de no estar solo en la habitación, ahora más que antes parece que toda su atención se está enfocando en Faith.- Todos asintieron comprendiendo la posibilidad. Faith se acercó a su familia y se dejó abrazar por todos.

-¿Eli me amas?- Si la joven hubiera sacado la mano y le hubiera dado una cachetada, la mencionada no hubiera estado más sorprendida.

-Sabes que sí, preciosa. Eres una de mis joyas más queridas.

-Lo sé, aunque deseaba estar segura. Pido permiso para probar algo en mi ser.- Faith se soltó de los brazos familiares al ver como Eli asentía con mirada curiosa y sin un gramo de rechazo en su cuerpo. Temblando enredó sus dedos en el cabello de la mujer que le había mostrado lo bello de la vida, aun antes de conocerla. Besándola de inmediato con labios tiernos. Todos respiraron profundo pero nadie dijo nada. Eli no le rechazo, colocó sus brazos alrededor de la joven y se dejó hacer como la brisa que acaricia en el verano.

-Ya sabía yo que la cosa no era conmigo…- La voz de Michael sonaba a queja pero la sonrisa en los labios hablaba de comprensión.

-Michael cállate… sé que no soy capaz de estar en esa combinación, pero no saber lo mucho que me ha torturado el silencio, el secreto. - Faith reía con lágrimas en los ojos.- Te amo Eli, les amo a los dos. Tú fuiste mi manta, me ayudaste a salir de mi agujero. Pero no atrofiaste mi desarrollo, te amo por ser luz, risa y vida en mis días. A parte de un poco pervertida.

-¿Un poco?- Murmuraron algunos de los presentes.

-Sí un poco, amas con locura. El verte junto a Cristina enciende mis ganas, el ver como todos te acarician me provoca ganas de gritar. Quiero que me consideres como pareja, es cierto que será difícil con toda esta ecuación de sumas, pero…- La joven la miró y le mostró sus sentimientos con la mayor fuerza que era capaz. -Michael me mostró lo maravilloso que puede ser un hombre… tú me mostraste lo bello que es amar y sentirse segura amando.  

-Mira que yo no le he hecho nada… lo juro.- Michael levanto las mano en señal de paz para Armando que lo miraba con ganas de matarlo.- Niña explícate antes que tu padre me mate.

-Lo que quiero decir es que al ver como debe ser un hombre con una mujer, me dejaste claro que mi tío es un ser patético. Pero al mismo tiempo me robaste un pedazo del corazón, hasta que no he visto a Eli entrar como ha entrado por la puerta no había podido ubicar cada sentimiento en su lugar. Mi rompecabezas me tenía confundida, pero ahora sé y siguiendo el ejemplo de varias personas en nuestra familia, puedo amar a dos personas y de diferentes géneros.

-¿Y yo?- Armando parecía estar dolido por no haber sido ejemplo para su hija.

-Tú no cuentas papi, nunca has estado en mi lista romántica. Por un tiempo estuve confundida por lo que sentía por Eli, pero ahora creo que estoy clara de que no soy lesbiana, pero si bisexual. Por lo menos con ellos dos. Tendría que dar más tiempo a mi crecimiento para ver donde me llevan mis pasos.- La sonrisa de Faith era tierna y sincera, algo que Michael había estado deseando ver durante toda esa semana, tal vez el enfrentarse a su pasado había ayudado a que la chica lograse ver claramente lo que le rodeaba, pero más aun lo que tenía dentro de su corazón.

-¿Estaría mal tener a los padres en la lista romántica?- La mirada de todos golpeó al joven que observaba la escena serio. La sonrisa que siempre caracterizaba ese rostro angelical había desaparecido. Esas palabras habían desviado la atención de toda la familia de la reciente declaración. -¿Uno no puede amar a nadie de la familia inmediata de forma carnal?

-¿J.D. qué quieres decir con ello?- Eli intento mantener la calma, pero veía la cara de Sara y de Armando, sabía la tormenta que se estaba formando.

-Yo… sólo quiero saber.- Armando y Sara buscaron ayuda en Eli. Ella los miró preguntando en silencio si estaban de acuerdo con lo que ella pudiera decir.

-J.D. ven conmigo a la cocina. Michael espero que hayas hecho la compra. ¡Tengo hambre!- Todos rieron mientras la seguían, JD pareció nervioso o arrepentido por haber hecho la pregunta.

-Enano, el amor que envuelve las acciones sexuales son diferentes al sentimiento filial.- Todos parecieron tensarse y volver a respirar, vieron que Eli sacaba algunos envases y olía su contenido.- No quiero decir que es imposible la mezcla de ambos, pero no es fácil y conlleva mucha responsabilidad por parte de ambos amantes.

-¿Por qué?

-En primera instancia el asunto de la edad, ahora mismo en tu caso se añadiría la pedofilia, entre hermanos de la misma edad muchas veces se da el caso. Aunque legalmente ambas situaciones son penables, además que muchas de las religiones condenan el acto. En otras palabras se hace, existen casos a todos los niveles sociales alrededor del mundo, pero es socialmente condenado, así que se mantiene en las sombras. Todos gimieron viendo donde quería llegar Eli.

-He leído sobre esos casos, pero también se comienza con jovenzuelos con personas adultas de la familia. No puedes negar que incluso la realeza o monarquía tienen ese tipo de esqueletos bajo sus camas.- Eli lo miró detenidamente, ese comentario la había sorprendido sobremanera. El chico siempre estaba varios pasos delante en lo que eran sus preguntas. Lo que significaba que el chico se había documentado al respecto, sus golpes no eran a lo ciego. ¡Diablos…! Estaba metida en problemas.

-¿Es algo que llevas pensando mucho?

-Algo así…

-¿Podrías elaborar? No quiero equivocarme en lo que estoy sacando de entre líneas.- JD guardo silencio observando a los presentes. Parecía preocupado por algo que quería decir pero no podía.

-No importa… Vamos a comer algo…- Bajo la mirada avergonzado o por lo menos eso es lo que todos intuyeron menos Eli, que sospechaba que el chico era un gran actor y manipulador. Sara fue a decir algo pero Armando la contuvo con una mano.

-¿José David… deseas que hablemos solos?- La voz de Eli detuvo a todos, vio un brillo de triunfo en el joven, pero aún no podía saber que deseaba.

-No es eso… es que… es la mirada de susto de todos… sé que he dicho algo raro. Pero…

-JD, respira profundo. Intenta recordar las reglas de esta familia.- Así él lo hizo. Las recordaba muy bien, pero se había acostumbrado a ser el chico bueno. El ángel de la casa, era difícil demostrar quién era, pero en las últimas semanas se había estado volviendo loco manteniendo la imagen y lejos de lo que satisfacía esa otra faceta que escondía de todos.

-Del cielo a la tierra todo es posible si se dialoga, es la primera. Segundo, ninguna crítica o burla a lo que preocupe a un miembro de la familia y tercero respeto ante las decisiones individuales de los miembros. No es necesario comprensión o aceptación, pero sí respeto.

-Muy bien y ahora que las has mencionado tan claramente señala a quién te está mirando raro.

-Marcos cree que le voy a tirar los perros. Soy más suave físicamente pero no le tiro a esa cancha. Faith y mis padres parecen que se quedaron brutos.- Todos miraron a la joven y notaron que era cierto, era como si viera por primera vez a su hermanito. Al verse señalada sacudió la cabeza, sonrío y se fue a sentar a la mesa al lado de Michael que realmente no expresaba nada con sus cuerpo.

-Ya, ahora bien… explícame tu situación.- Ella le lanzó una mirada de advertencia a Marcos que parecía no poder cambiar su expresión.

-Todos saben sobre mi alto IQ, no es algo que me gusta hablar. Pero sí es necesario volver a mencionarlo para que entiendan. Es un asunto que siempre me ha puesto a un nivel diferente en la familia y en la escuela. Comprendo la situación y la he analizado, soy una rotura a la norma, lo que provoca problemas serios de socialización. A ello podemos añadirle aburrimiento total por entender material, que se supone sea a mi nivel, comprendes que he estado metido en un lío. Para mis padres he sido un dechado de virtudes y el angelito, del cual por supuesto se sienten orgullosos.- JD se movió por la cocina llegando a una alacena, allí golpeo uno de los paneles y saco una caja de metal. Tenía un candado de combinaciones el cual abrió sin siquiera mirarlo. Todos miraban la situación confundidos, pero nadie se atrevió a decir nada. Eran testigos sin participación en esa conversación. Pero si suspiraron al ver algunas golosinas, eran las favoritas del chico. Puso la caja en la mesa y volvió su atención a Eli nuevamente. Lo malo era que la mirada era una adulta, era como si una vieja alma se estuviera expresando en el rostro angelical del niño.- Desde los diálogos nocturnos de mi hermano, soy consciente de esa parte de necesidades humanas. Más… bueno de las…

-¿Posibilidades?- añadió Eli arrepintiéndose de haber sido señalada como la cabeza de esa conversación. El formato de dialogo del joven había cambiado, sus acciones decían mucho más que lo que otros podrían pensar, el problema estaba en su mirada, esta había dejado de ser la de un chico inocente y dulce. Había mundos enteros allí, algo que reconocía de sí misma y que no comprendía muy bien en el joven. Lo único que quedaba claro es que pronto entraría en un ataque de pánico, si el chico no soltaba lo que estaba cocinando en ese cerebro.   

-Sí algo así… además, mis padres pensaron que era muy chico para comprender, es cierto en esos momentos las chicas me parecían un problema, pero sabía que algunas eran lindas. Chale… algunos compañeros ya veían pelis de ese tema.- Eli sospechaba que ante la falta de información por parte de sus padres él había buscado otro medio de satisfacer su necesidad de conocimiento. Más algo que había quedado claro con JD era que su nivel intelectual lo sacaba de la norma aislándolo y de la misma forma lo que le obligaba a esconder quien era. Eso significaba la caja de dulces. ¿Pero a qué nivel los había engañado a todos?

-Utilizaste todos los medios que tenías a tu disposición para encontrar respuestas a tus preguntas.- Eli lo vio asentir.- ¿Dónde?

-Películas, televisión, mangas, páginas Web, anime Hentai o Echi. Libros de sexualidad o ayuda sexual que compraba por Internet. En otras palabras, todo lo que lograba llegar a mis manos.

-Por los mil demonios. ¿Hubo algo con lo que no chocaste?- Armando más que preocupado parecía histérico… a punto de explotar, así que la pregunta de Eli lo hizo saltar en su asiento.

-Tus libros Eli…, no.- el joven negó con la cabeza y con la mirada señalando a la mujer que abrió los ojos. – Esos no los encontré hasta poco después de conocerte. Faith debes cambiar tu escondite, la verdad nunca lo fue.

-Gracias por los pequeños milagros.- susurro Armando.

-¿Qué carajo tienen de malo mis libros Armando?- Eli parecía de verdad furiosa.- Olvídalo, luego hablamos… JD… ¿qué tema llamó más tu atención?

-Amor filial…

-Okey…- dijo Eli sin saber cómo proseguir.

-¿Qué?- Sara parecía más que confundida, no tenía idea de que era lo que había sucedido con su bebe. Era como si estuvieran hablando en otro idioma.

-Sara respira con calma… estas híper ventilando. Le llama la atención el incesto, el sexo con familiares.

-¿QUÉ…?

-Sara, por favor…

-Hijo comprendo que estas en esa edad, pero la familia es sagrada. Tu hermana… es bueno… ella es… ya sabes.

-¿Quién ha mencionado a Faith en esta ecuación? Yo hablaba de ti madre…- Ante esas palabras se movió erguido y salió de la habitación cargando con su caja de golosinas. Había dejado a todos mirando a Eli en búsqueda de ayuda.

-A mí no me miren. No sé nada… Carajo ni en una de mis novelas pasa esto.- Murmuró al fin al sentir la presión del grupo. El enano los había dejado literalmente brutos. – Lo único que sé es que este bulto lo han montado otros y no yo. Ja buen lío y sin mis libros…- dijo mirando a Armando de forma cínica.

*                *                      *                      *

Eli respiro profundo ante la puerta del joven. Todos habían votado que era ella la más adecuada para hablar con JD, pero maldición, no quería llamar a esa puerta.

-¿JD, puedo entrar?

-Sí…- El joven estaba rodeado de libretas, de papeles y libros que ella reconocía por tenerlos en su biblioteca personal. Los observó pero no dijo nada, esquivó los mismos para sentarse en la butaca de la computadora. -¿Sabes? Lo que más he extrañado en estas semanas son mis libros y libretas de notas. Son cosas que nunca puedo sacar de mi rincón sin crear una conmoción en la familia. Lo cual tu actividad en las últimas semanas se han convertido en una burla cruel para conmigo.   

-¿Por qué?

-Sé cómo me ve mi familia, el callado, el introvertido. Lo cual es cierto hasta cierto punto, pero no totalmente valido. ¿Quieres ver quien soy en realidad?

-Sí, por favor.- El joven se acercó a la computadora, encendiéndola, espero unos segundos que subiera y luego puso su clave. Lo hizo tan rápido que ella sólo pudo notar el movimiento de sus dedos pero no el donde tecleaba. Mientras él buscaba en la computadora noto varios títulos de libros que ella no había visto aún.- ¿Son buenas referencias?- preguntó señalándolos.

-Sí, pero les falta un deje real. Un buen escritor aunque sea de fantasías, vende la posibilidad.

-Cierto…-Eli no sabía que pensar cuando el abrió una página Web, al notar que abría con clave de autor supo que estaba en problemas. Él era el administrador de una página personalizada, una página que ella conocía muy bien ya que había conocido por correo electrónico al autor. Más aún, se había metido en largas conversaciones y discusiones sobre temas escandalosos, vía mensajero automático. En algunas ocasiones había notado unas marcas inocentes en su trabajo, pero lo había achacado a lo novel del mismo.

-Dionisio, ese soy yo… o mejor dicho mi otro yo.

-JD, dime si he entendido bien, eres escritor de literatura pornográfica, con un nombre reconocido en la red. Todo lo que dijiste abajo era para sacar este secreto del closet y poder cargar con tus cosas sin preocuparte por lo que diría tu familia. Si hay algo más, dímelo por favor.  

-Algo así, pero es cierto que mi madre ha sido imagen promotora de algunas fantasías. Además existen… bueno… nada.- El chico sonreía, una sonrisa conocida pero nunca antes comprendida. El maldito mocoso era en realidad un demonio.

-JD…

-Sí…

-Corre…- Eli se puso en pie lentamente de la silla, él iba a preguntar por qué cuando vio sus ojos brillar con malicia. Se dio la vuelta con un grito y una risa burbujeante, mientras Eli gritaba como una salvaje, con el corto cabello al aire y las mejillas sonrosadas. Los gritos no cuadraban con la sonrisa femenina, ambos reían mientras todos se habían quedado con la boca abierta ante el intercambio entre ambos.

-¡ELI! ¿Qué sucede…?

-Tú quieres saber que sucede, yo te voy a decir lo que sucede querido Armando. Me niego a cargar con este muerto. No sé cómo, no sé desde cuándo pero tu hijo es un escritor de pornografía recocido mundialmente en la red.

-El cuándo, comencé hace dos años, pero estaba documentándome desde que mi querido hermano soltó prenda dormido.

-¿Qué? Es que mi hijo se ha vuelto loco.- Sara parecía a punto de echarse a llorar.

-No Sara, tu hijo es muy listo… es que lo voy a matar.

-¿Por qué? Porque lo que escribo te excita o porque has llevado a cabo algunas de las fantasías que te había recomendado.

-Por qué todos en esta casa menos tu madre saben quién eres en la red y han disfrutado de tus relatos.

-Dos cosas, si han disfrutado eso significa que es un trabajo bien hecho. La otra quien dijo que mi madre no conoce mi trabajo.- Diciendo estas palabras se escondió tras Faith y Michael que veían el intercambio con rostros pálidos sin poder comprender por completo.

-No me digas… qué…- Eli por primera vez se había quedado sin palabras, eso en definitiva era mucho más grande que ella.

-Sí, una de mis mejores fans, pero eso sí, hay que ayudarla para que aprenda a esconderse mejor en la red, en el primer mes de conversaciones sabía con quién estaba hablando.

-Carajo…

-¿Por todos los cielos de quien estamos hablando…?- Sara parecía a punto de sufrir un ataque cardiaco.

-Dionisio, lo que es igual a un travieso demonio, vestido de ángel.

-¡No! No puede ser… José David… dime que no es cierto.- La palidez de Sara se había acentuado, las manos le temblaban pero era más cosa de no querer creer lo que tenía ante sí.

-Ya entiendo… denme permiso para matar al maldito mocoso sabelotodo.

-Es que lo voy a matar yo.- Sara parecía seriamente con ganas de sacudir a su hijo.

-¿Por qué? Todos se divierten con mis historias. Además mi negocio va bien. Así que no hay problemas si costeo mis caprichos.

-¿Eres virgen?- Marcos lo miraba como si lo viera por primera vez.

-Claro que sí… mi cuerpo no va al mismo nivel que mi mente. Soy “cute”, no sexy. Tú fuiste al revés y como no sabías cómo manejar ese monstruo de cuerpo, te volviste malhumorado. Las chicas te catalogaron con un “bad boy” así que fuiste de los que “se sale, pero no lo llevas a casa a conocer a papá.” Eli se le llama jugar con el peligro… ¿no?

-Condenado sabelotodo. Sí, es la pasión que sienten las chicas por el prototipo masculino vil y mentiroso. Algo que todos sabemos Marcos no es, la pregunta es en este caso: ¿lo eres tú?

-¿Qué tú crees?

-Que el chico dulce y tierno es solo una pequeña parte de lo que realmente eres. Sin embargo, son demasiadas cosas que pasan por debajo de las narices de tus padres. Por otra parte para tener el negocio que tienes debes tener más de dieciocho años. Has necesitado más que ayuda, un cómplice. ¿Quién? 

-El hermano de papi. Entre ambos nos encargamos de una parte del negocio, yo escribo mientras él ilustra.

-Lo voy matar…- La voz de Armando reflexiva avisaba tormenta.

-Por qué padre, tienes uno de nuestros trabajos en tu computadora.

-Sí, un regalo de Eli y Michael.- dijo mirando a los culpables de ese hecho.

-Jey… no dispares, que aquí nosotros no pusimos ni un grano. Todo eso es tuyo y de Sara.- Michael se defendió, estaba del lado de Eli, de ese muerto no quería nada… era como un perro rabioso a punto de morder, pero los amos quieren acariciarlo… o peor aún dormir con él.

-Muy cierto, a veces me pregunto en que estaban pensando cuando nos hicieron.- La voz traviesa volvió a llamar la atención sobre el pequeño rostro.

-Iack… cállate mocoso. Esa imagen es grotesca, yo fui creada por el pensamiento… nada de sexo entre nuestros padres.- Faith parecía seriamente perturbada por la imagen de sus padres montando una fiestas de esas.

-Ya… por favor… qué voy a hacer con este chico.- Sara parecía a punto de derrumbarse, hasta ese momento había podido aceptar todos los cambios en su vida, pero su bebe era su ángel y ahora salía con cuernos y rabo.

-Sara, no es cosa tuya. Tu hijo menor al igual que los demás es un ser humano único, algo retorcido y con un sentido del humor peligroso, pero único, nada más y nada menos. José David, haz el favor de recoger tus cosas. Hay que montarte una oficina en la casa y en el edificio de Río Piedras. ¿Tal vez te basta con tu habitación?

-Si me permites tu biblioteca de vez en cuando, puedo llevar lo mínimo. Además de una línea propia de teléfono en mi habitación. Si no es mucho pedir, también me gustaría cerradura.

-No exageres… Ahora explícale a tu madre la conversación del incesto y por qué la sacaste a relucir.

-Está bien, pero no te esponjes. Mami, estoy trabajando en una historia con base a nuestras últimas conversaciones, lo único que es cosa entre madre e hijo. Además me he encontrado con la situación en mi charla con diferentes individuos en la red. Es mucho más común de lo que uno podría pensar y más todavía provoca muchos casos de desesperación, depresión y hasta suicidios.- Con el gemido de Sara les quedo claro que no quería saber de qué trataban las mismas. -Al irnos de vacaciones tuve que detener el proceso de redacción, algo por demás incómodo. Tengo notas y libretas guardadas en casa de Eli, pero necesito mayor movimiento en la casa si deseo terminar con la historia y terminar con mis responsabilidades. Al ver a mis hermanos comenzar a sacarse del pecho sus secretos, el ver a mis padres jugar a las escapadas y con unas tías locas de remate que no son difícil de encontrar cuando se están portando pervertidamente, se alborotaron mis ganas de escribir. Por otra parte, tengo una lista de más de 35 pedidos con los que tengo que cumplir en los próximos meses. 

-¿Pedidos?- Faith parecía más que tranquila, abrazada a Michael que no sabía qué decir de toda esa situación.

-Historias eros personalizadas. Pregúntale a nuestro padre o a quienes les compraron una. Es un negocio redondo del que soy socio.- Eli y Michael sonrieron viendo la incomodidad de Armando.

-¿JD, sigues siendo mi bebe?

-Sí madre, aunque sospecho que he perdido a mi fanática favorita.- Ella asintió, parecía triste ante la posibilidad.

-Enano, te apoyamos en tus proyectos, es algo peligroso y hay que cuidar de lo que sucede a tu alrededor. Pero te amo con todo mí ser. Pero deseo dejarte en el lugar de mi bebe.

-“Sorry”, ya sé que están en plan “Flan” pero qué quiso decir con lo de las escapadas de sus padres…-Faith parecía más que confundida, parecía dolida ante el nuevo cambio en la familia, era como si la hubieran dejado fuera por un buen rato.

-Ha eso… fácil, nuestros padres en la última semana han parecido conejos. Incluso han disfrutado de salidas con Carlos… la última vez este llegó a la casa con cara de idiota y nuestra madre con una mordida sobre el pecho izquierdo de locura. Muy buen material… les digo… excelente.- Con esas palabras salió corriendo escapando de las garras de su padre y sin ver a su madre derrumbarse sobre el sofá con cara de susto nuevamente.

-Qué bien… juro que esa es mucha información… demasiada…lalalalalalala…- Faith hizo que se estremecía, pero miraba con burla a sus padres que se habían sonrojado como un par de chiquillos.

-Por lo menos no me equivoque con el título…- Todos miraron a Eli asustados, no tenían idea de cómo reaccionar ante otra sorpresa.- Ah… ¿No les había dicho? Termine el borrador de mi último trabajo, se llama “Locuras de Familia”, tengo que mejorar el personaje de JD, pero por lo demás queda todo… bueno en familia…

-¡ELI!- Gritaron sin poder evitarlo al pensar en esa nueva pesadilla.

 

Fin…

Tal vez…

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