Brona-k, brona-k brona-k... lee y rapido...
No escribo esto por lo que fui, ni siquiera por lo que soy, lo escribo por lo que un día seré, por esa mujer que un día llegaré a ser. Cada una de estas palabras son para la mujer que mirará mi rostro desde el espejo en un par de años. Si para ti que en ese momento que necesites, terminaras leyendo esto: Recuerda el día que tu hermanita te regaño, cargando con rabia y lágrimas contra tu orgullo, recuerda el cómo se hincho tu pecho de ese sentimiento que te niegas en estos instantes a llamar “amor” por considerar esa palabra demasiado simple para expresar la mezcla de emociones que te inspira en estos momentos tu familia. Recuerda por favor las lágrimas sin derramar, el taco en la garganta mientras escribes estas palabras y el deseo de abrazarla sin importar quien pregunte por lo que acaba de pasar.
Debes ser más sincera, cuida con gran valía estos recuerdos que tiemblan, como hojas en el viento, ante el paso del tiempo. Con sus palabras te recordó que no estas solas en el mundo, que no eres tu contra todos y que aún inspiras ternura en quienes te estiman.
Debes ser más sincera, cuida con gran valía estos recuerdos que tiemblan, como hojas en el viento, ante el paso del tiempo. Con sus palabras te recordó que no estas solas en el mundo, que no eres tu contra todos y que aún inspiras ternura en quienes te estiman.
Todos saben que eres mujer terca y orgullosa, pero recuerda que te quieren y que por ti se preocupan, no olvides este sábado que compartirse con tu hermanita un burrito de pollo, unas lágrimas y que por no decir que le necesitabas te llamó cabrona.
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