En tiempo
Ha llegado la hora, son un poco más de las tres y siento como mi mente se divide, apareciendo en otro lugar, junto a alguien que no reconozco, pero que intuyo me conoce, pues ha sido él quien me ha llamado a su lado. Lo escucho hablarme como de lejos, tentando mis sentidos, contándome entre susurros sus fantasías, conversando con mí recuerdo. Su mano descansa en mi muslo irreal, acariciando con lentitud la suavidad de la carne inmaterial, mientras sus dedos traviesos buscan entre los pliegues de lo escondido el placer concebido, la humedad que viaja a través del calor y las ganas. Sus labios atrapan mis dedos fantasmales que se pasean por su rostro en un intento de reconocerlo, de encontrarle. Mis pechos se inflaman por las carisias deseadas, en ese lugar en el que he abandonado mi cuerpo para entregarme a ese placer efímero. Es él y sólo él, quien puede provocar esa acalorada reacción en mi cuerpo, tiemblo… suspiro… mi garganta deja escapar un gemido, reconociendo la distancia que nos separa. Sus ojos recorren mi cuerpo, yo observo lo que nos rodea con un sobresalto inesperado, estamos rodeados de muchos autos, él tiene prisa por llegar a su destino. Sonríe tristemente y yo me resigno… no intenta llegar conmigo, yo soy un accidente, una casualidad en su día, en su rutina. No creo que sepa que le siento, ni cuanto le deseo.
Soy el humo entre el calor del día y la rutina, como lo fue él para mi hasta hace poco… una dulce fantasía, hasta que vi sus ojos por vez primera brillando con anhelo… sólo un hombre sabe decir tanto con tan poco. Ese hombre que no es mío, ese hombre que no conoce los secretos de mi cuerpo pero que al igual que yo deseo conocer lo que esconde el suyo, así mismo él desea conocerme por completo, es el hombre del futuro, al que no he tenido acceso. Es el que me busca entre una multitud, sin saber siquiera que existo. Es el que anhela lo desconocido, mientras me pide a gritos que entre en su rutina. ¿Quién eres? Doblegas mi sentidos, mi cuerpo reacciona a las caricias nunca recibidas, me siento acalorada… algo llama mi atención. Despierto soy rodeada por compañeros de clase, por mi familia, por el ruido de la carretera… ha sido cosa de segundos, ambos nos entregamos al fantasma de lo incierto, deseando que fuera carne lo que a las tres y un poco más, desde hace un mes nos viene sucediendo.
Soy el humo entre el calor del día y la rutina, como lo fue él para mi hasta hace poco… una dulce fantasía, hasta que vi sus ojos por vez primera brillando con anhelo… sólo un hombre sabe decir tanto con tan poco. Ese hombre que no es mío, ese hombre que no conoce los secretos de mi cuerpo pero que al igual que yo deseo conocer lo que esconde el suyo, así mismo él desea conocerme por completo, es el hombre del futuro, al que no he tenido acceso. Es el que me busca entre una multitud, sin saber siquiera que existo. Es el que anhela lo desconocido, mientras me pide a gritos que entre en su rutina. ¿Quién eres? Doblegas mi sentidos, mi cuerpo reacciona a las caricias nunca recibidas, me siento acalorada… algo llama mi atención. Despierto soy rodeada por compañeros de clase, por mi familia, por el ruido de la carretera… ha sido cosa de segundos, ambos nos entregamos al fantasma de lo incierto, deseando que fuera carne lo que a las tres y un poco más, desde hace un mes nos viene sucediendo.
YO SI ME QUITO UN IMAGINRIO SOMBRERO ANTE TUS LETRAS!!!
ResponderEliminarQUE BIEN ESCRIBES!!!
SI TU ME HAS HECHO UN COMENTARIO HALAGADOR,ES UN PREMIO!!!
BESOS Y DESEO SEGUIR TU BLOG,PERO NO SE COMO HACERLO!!!
BESOSSS!!!
FEDORA...UNA NUEVA ADMIRADORA!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias y besos. Ando algo perdida de estos rumbos, solo publicando y sorprendiéndome hoy ante los antiguos comentarios. Gracias por tus palabras.
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